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Pabellón de bebida del balneario do Peso en Melgaço. ©F.J.Gil |
Hoy os propongo una
visita al Balneario do Peso, en Melgaço. Para llegar a nuestro destino, si el
viaje lo hacemos desde Galicia, el camino más cómodo es llegar hasta Arbo
(Pontevedra), cruzar el puente internacional y emprender el camino directo
hasta el parque de las termas. Si el viaje se hace desde Ourense, hay una
opción más larga, pero al mismo tiempo más bonita. Seguir la carretera de
Cortegada, luego continuar hasta el Concello de Padrenda y cruzar la antigua
frontera de San Gregorio.
Para los viajeros que
hagan la ruta desde Portugal, el punto de referencia será Valença do Minho y
desde esta localidad, seguir la carretera que discurre por la orilla izquierda
del Miño, río arriba, pasando primero por Monça͂o y finalmente llegaremos a
Melgaço.
Melgaço es un municipio
extenso, casi 240 km2 que supone el inicio de la raya seca entre Galicia
y Portugal, ya que, si bien una parte de su frontera lo es con el Miño por
medio, a partir de la frontera de San Gregorio se extiende una zona montañosa
que llega a superar los 1300 metros sobre el nivel del mar. Cuenta con una
población de algo menos de 10.000 habitantes y, para los amantes de los hitos,
Melgaço cuenta con dos: es el municipio más septentrional de Portugal y en su
parroquia de Castro Laboreiro se encuentra la aldea de Curral do Gonçalo que
según la CIM TV es la aldea poblada a más altitud de todo Portugal (podéis ver
el reportaje pinchando aquí).
Las Termas de la Quinta
do Peso se encuentran en un parque de frondosa vegetación y disfrutaban, en el
pasado, del apoyo de una infraestructura hotelera compuesta por el Grande Hotel
Aguas de Melgaço, Grande Hotel do Peso, el Hotel Rocha y la pensión Boavista.
Es de destacar este hecho en una localidad de muy pocos habitantes, muy alejada
de todo el entramado urbano portugués, en el extremo septentrional de la región
del Alto Miño y con una importante competencia de balnearios en un radio de
menos de cincuenta kilómetros (Cortegada, Caldelas de Tui, Monça͂o). Sin
embargo, la naturaleza de estas aguas es singular, tanto en la zona como en
toda la eurorregión, ya que resultará muy difícil encontrar en este ámbito
geográfico aguas bicarbonatadas cálcicas, cuando lo normal es que sea el azufre
el principal componente, especialmente en las hiper y mesotermales, y el
bicarbonato sódico en las frías.
El visitante encontrará
en la Quinta do Peso las antiguas instalaciones termales y la planta de
embotellado, que después de un tiempo de inactividad ha vuelto a comercializar
sus aguas minerales en envases de 25 cl desde 2003.
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Paseo por el parque de las termas que finaliza en el pabellón de bebida de la Fonte Nova. ©F.J.Gil. |
Este balneario fue muy
reputado en el pasado para el tratamiento de la diabetes y la insuficiencia
hepática. De hecho, más del setenta por ciento de los agüistas llegaban para
tratarse de lo primero y algo más del diez por ciento para lo segundo. En
temporadas, la concurrencia pasaba del millar de inscripciones, siendo julio el
mes con más usuarios. La captación y venta de aguas embotelladas comenzó en
1885 y la autorización para instalar un balneario data de diciembre de 1893. La
concesionaria de estas aguas es la empresa Vidago, Melgaço & Pedras
Salgadas (VMPS), hoy integrada en la corporación alimentaria UNICER. El parque
se encuentra en la actualidad bajo la tutela de la Cámara Municipal, que ha
emprendido una labor de recuperación del parque termal que en el pasado tanta
actividad promovió en la zona. Hoy día el mayor atractivo de los visitantes lo
constituyen la gastronomía y el vino. De lo primero, no faltan en temporada las
buenas lampreas, que elaboran al modo bordelés, al igual que en la orilla
gallega del Miño, ni tampoco el bacalao, que sigue siendo el gran benefactor de
la gastronomía portuguesa. De lo segundo, conviene recordar que estamos en
tierras de los Vinhos Verdes y que hay pequeñas bodegas que elaboran en esta
zona tanto blancos como tintos. Los amantes del albariño, podrán disfrutar de
la versión portuguesa de ese monovarietal, el alvarinho.
En los alrededores
tenemos visitas interesantes como el Castillo de Melgaço, en pleno centro
urbano y el de Castro Laboreiro, a más de mil metros de altitud. Ambos han sido
declarados monumentos nacionales.
Las aguas
Pero volvamos a las aguas.
Son aguas de mineralización fuerte y sabor muy agradable. Bicarbonatado
cálcicas, ferruginosas, silicatadas emergen con una importante presencia de gas
carbónico disuelto en las mismas. Dos fuentes surten el establecimiento y la
planta de embotellado: Principal y Nova, con una ligera variación de
temperatura (16,1º y 15,7º respectivamente) y también algunas diferencias en
cuanto al grado de mineralización y la presencia de gas disuelto, siendo mayor para
ambos parámetros en la “Nova”.
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